Espero que todos hayan tenido una linda celebración para darle la más cordial de las bienvenidas al nuevo año que comienza.
Con cada año nuevo regeneramos expectativas, mejores visiones de la vida y de nosotros mismos. Queremos empezar bien y por lo tanto los primeros días nos esforzamos por ser “mejores”, con la esperanza de mantener nuestra renovada actitud durante el resto del año.
Pero muchas veces nuestros esfuerzos de ven truncados, pasado el tiempo nos olvidamos de nuestras resoluciones de año nuevo, y nos dejamos caer en la misma rutina de siempre, aquella que nos prometemos modificar, aquella que sentimos no es el reflejo del camino que queremos seguir, y que definitivamente no nos lleva a crear la vida que queremos crear.
¿En qué momento dejamos ir esta visión feliz de nosotros mismos?, ¿qué nos hace olvidar las resoluciones?, ¿podemos evitarlo?
Si somos capaces de encontrar la respuesta de la primera y segunda pregunta, entonces tenemos la mitad del camino recorrida. Es importante identificar la fuente de toda acción que genere una reacción en nosotros. Cada uno de nosotros es dueño, responsable y señor de si mismo, y por lo tanto el único director de la vida de cada uno. El director que es capaz de cambiar el guión a su deseo y antojo, aquel que juega en busca de personajes para crear las situaciones que visualiza en su mente, y dar luz así a su obra maestra.
Así como el director de una película, somos capaces de modificar todo aquello que queramos o necesitemos cambiar. No podemos cambiar a los demás, pues cada quien es dueño de si mismo, pero podemos cambiar actitudes en nosotros, lo cual entonces ha de cambiar la interacción generada con los otros, dando como resultado una nueva forma de relacionarnos, y así entonces, cambiamos la relación con el resto de las personas, sin intentar cambiarlos a ellos.
Si no nos gusta el guión, cambiémoslo, démosle otro sentido, cambiemos los actores si es necesario, pero recuerda que ni los astros ni tu pasado dirigen tu vida, ese trabajo es solo tuyo y por lo tanto tu voluntad es la que prevalece.
Entonces, ¿listos?, ¡luz, cámara y acción!
Hola Bárbara ... que gusto leerte MUJER!! que verdadero todo lo que dices y compartes cuanta claridad cuanta luz ... mil gracias!! un abrazo
ResponderEliminarGracias Alvana!
ResponderEliminarUn abrazote!